El cine y la televisión actual son un reflejo de la obsesión que se tiene de nuevo por realizar proyectos con temáticas de ficción basadas en asesinos seriales, lo cual está de moda y gusta mucho a la audiencia. Dadas las circunstancias y al gusto que muchas personas puedan llegar a tener por este tipo de personajes principales con trastornos de identidad, en nuestra época moderna no podíamos dejar atrás al joven Norman Bates. Teniendo como referencia Psycho de Alfred Hitchcock y la novela del mismo nombre de Robert Bloch, la cadena de televisión americana A&E, el 18 de marzo del 2013 trajo a la vida Bates Motel, una serie digna para los amantes del género de terror psicológico, convirtiéndose en el mayor éxito que este canal ha tenido en años.
Pero esto no debería de sorprendernos, porque para los amantes del cine; Psycho es una de las películas de culto que con el paso de los años algún día tendría su propia serie e historia que contar ¿Pero de qué va esta serie tan aclamada? Bates Motel a modo de precuela, nos cuenta la historia de Norman Bates, un adolescente de diecisiete años, inteligente, elocuente, agradable y tímido, pero con una gran debilidad, un lazo emocional hacia su madre, Norma Bates, dueña del motel, que no le permitirá crecer como ser humano, a tal grado de mancharse las manos por ella y por preservar su amor de hijo en una ciudad llamada: White Pay Bay.

Esta serie cuenta con 5 temporadas, y en medida que avanzan los capítulos al espectador se nos muestra como se puede desarrollar la vida para un niño que se ha mudado en varias ocasiones y que no encuentra estabilidad en ningún lado, pero que con el cariño que tiene por su madre será capaz de sobrellevar todas las circunstancias aterradoras que pueda llegar a vivir.
Bates Motel, no es una historia fácil de digerir, es obscura y engendra acciones llenas de pérdida de memoria, pero con intenciones claras. A medida que las temporadas nos marcan el ritmo, nos iremos creyendo parte de esa ciudad, debido a que los personajes principales y secundarios se vuelven más complejos y nos harán sentir cómplices de sus locuras y asesinatos, sin dejar de disfrutar del humor y sarcasmo con el que se comunican madre e hijo. Las relaciones tormentosas y enfermizas siempre nos harán daño, pero no el suficiente como el que le casusa a las personas que nos rodean y que solo quieren lo mejor para nosotros, es así, como podremos observar a un simple adolescente convertirse en un ser manipulador que no busca ayuda por creer no necesitarla.

Con actuaciones para adorar, odiar y aplaudir, esta serie cuenta con el protagonismo de Freddie Highmore, a quién seguramente recordaremos en la película August Rush (2007) y a la distinguida Vera Farmiga, a quién recientemente pudimos observar en el Conjuro 2 (2016). Ambos nos llevarán de la mano por recuerdos, y sus personalidades tan diferentes por ciertos momentos nos harán desesperarnos y hasta sacarnos de quicio (eso hacen las buenas actuaciones), pero sin duda nos harán pensar si ese tipo de relación que los envuelve es «amor».
Finalmente, en el 2017 llegó la última entrega de esta serie. La temporada final contó con la participación de la cantante Rihanna, quien personificó a Marion Crane, personaje interpretado por Janet Leigh en la película original de 1960, que moriría en la ducha tras ser apuñalada por Norman Bates (Anthony Perkins).
Para aquellos que no han tenido la oportunidad de ver esta serie, les recomendamos verla en Netflix para que puedan disfrutar de las buenas actuaciones y de los años de adolescencia de Norman, disponibles en el catálogo de este servidor de streaming.